Mi vida es el pozo de un árbol sin raíces, donde cada decisión es un intrincado nudo de madera. Cuando necesito ser alguien, estiro de uno de ellos.
A atisbos feroces sueño despierto; insomne. En el ralentí de mi vida no sé qué hacer con ella, no sé vivir sin vivirme. Y, al final, solo yo; tendiendo mi mano y mi amor.